Anotaciones: Filosofía de la música, Lecciones I y II
En Abril de 2007 Gustavo Bueno impartió en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo el curso de Filosofía de la Música, en el cual desde la perspectiva del materialismo filosófico planteaba doce cuestiones sobre la naturaleza filosófica de esta.
El curso completo ha sido recopilado por la Fundación Gustavo Bueno y transcrito por Pablo Huerga, pudiendo consultarse en el siguiente link:
http://fgbueno.es/med/fmus01a.htm
De la primera y segunda lección he recopilado los extractos incluidos a continuación.
Estos textos no sintetizan de ningún modo la riqueza total del curso y de las ideas ahí expresadas. Sólo los incluyo aquí a modo personal de recopilación de información.
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1.
¿Qué es la filosofía?
El primer peligro que existe al enfrentarse a la palabra 'filosofía' es el de descomponer la propia palabra: filos-sofos, que literalmente significa el amor a la sabiduría.
Esta expresión se suele entender dando por hecho que la sabiduría es cualquier tipo de sabiduría. Si la filosofía es amor a la sabiduría, cualquier tipo de sabiduría implica directamente una actitud filosófica.
El propio Aristóteles dice al comienzo de su Metafísica que todos tendemos por naturaleza al saber. Y si se tiende al saber es porque se ama al saber, con lo cual si todos los hombres tienden por naturaleza al saber, la filosofía es común a todos los hombres.
Herodoto describe también una anécdota en la que a Solón (uno de los siete sabios de Grecia), al visitar al rey Creso de Lidia, se le preguntó que a qué se dedica, a lo que Solón respondió: "yo soy filósofo".
Solón es ciertamente filósofo, pero no en el sentido platónico, sino en el sentido de ser curioso, de interesarse por todo. En esta anécdota la palabra filósofo no tiene un sentido dialectico. Ser filósofo o la filosofía se entienden como amor al saber en general: a cualquier saber procedente de un no saber, de una ignorancia absoluta o de una duda absoluta originaria.
Esto recuerda a la famosa paradoja (contradicción socrática) en la que cuando a Sócrates se le pregunta “¿Qué es lo que sabes tú realmente?" él responde "Yo sólo sé que no sé nada”. Lo cual es una contradicción, si dices que no sabes nada ya sabes algo. Esta contradicción se resuelve inmediatamente si se interpreta no como 'no sé que no se nada', sino que esa nada no se refiere a todo lo incluido en el saber, sino a un tipo de saberes.
Hay que distinguir entonces dos niveles del saber. El que se podría llamar saber de primer grado, que es aquel que parece que todos los hombres tienen deseo de saber. Y otro saber, ya no de primer grado, sino un saber reflexivo sobre otros saberes.
El saber de primer grado, 'un amor al saber', es irrelevante. Da igual si hay un amor o un odio en el saber; hay muchos saberes de primer grado que son odiosos - como el saber que un amigo nos ha traicionado. Aparte el saber no tiene por qué ser deseado, o puede que si que haya un deseo benigno o maligno de saber, pero eso no implica ser filósofo. El deseo o el amor están aquí fuera de lugar, no porque no existan, sino porque se dan todos a la vez.
Con esto se concluye que el concepto de filosofía (tal y como aquí se emplea) es un concepto muy tardío en Grecia. Probablemente se deba a una creación de Heráclides Póntico, un rico ateniense discípulo de Platón.
En aquel entonces, filosofía quería decir una forma de vida, el bios theoreticos, que se contraponía a otros saberes. La filosofía si que sería entonces un amor al saber, pero a uno de segundo grado, un saber crítico de los otros. Y este matiz dialéctico es aquel que se desfigura fácilmente si se da una definición puramente etimológica y medio psicológica del deseo de saber.
2.
Gustavo Bueno no presupone que la filosofía sea previa a la filosofía de la música. Podría ser que la filosofía de la música fuera previa a la filosofía en general, como se expone en el siguiente texto del Fedón de Platón. Según este, Sócrates, antes de tomar la cicuta y despedirse de sus discípulos, hizo la siguiente confesión:
"Con mucha frecuencia se me había repetido en sueños la misma visión que siempre decía lo mismo, oh Sócrates, trabaja en componer música. Yo hasta ahora entendía que me excitaban y animaban a hacer precisamente lo que venía haciendo porque tenía yo esa idea que la filosofía que era lo que yo me ocupaba era la música más excelsa".
[ Lo que aquí esta diciendo Sócrates (a través de Platón) es que la música es filosofía y la filosofía es música. Esto es una cuestión central de la ontología de la música, ya que supone triturar el dualismo: negar que haya posibilidad de distinguir un conocimiento sensible de uno intelectual.
Lo que llamamos pensar (el pensamiento) sería un pensamiento sin imágenes; un pensamiento que puede tener lugar en el alma pura, que piensa de un modo abstracto, incorpóreo y espiritual.
Este sería un entendimiento erróneo según Gustavo Bueno, ya que el que está pensado en forma abstracta está siempre agarrado de algún modo a cosas concretas (sino no podría pensar). Las ideas abstractas serían siempre desarrollo de conceptos concretos. ]
De cualquier modo, si efectivamente sucediera que la filosofía no es algo dado previamente y aplicado después a la música, la filosofía de la música podría ser el germen o gérmenes de la filosofía general. Podría ser que los pensamientos sobre la filosofía de la música y algunos pensamientos concretos (como pueda ser la armonía) fueran parte de las ideas originarias de la filosofía pitagórica y platónica.
La idea de armonía es una idea esencialmente musical, pero esto no quiere decir que la idea de armonía haya brotado de la música. Hay pruebas en contra de ello, como por ejemplo la conexión que parece existir entre la armonía y los términos actuales de arma, armamento o armadura. La armadura es un término que aparece en música: se llama armadura de las claves a la serie de sostenidos o alteraciones que se ponen al principio de las partituras. Esa armadura tiene que ver con la armonía, y esa armonía aparece ya en Homero y en Empédocles, dónde se la cita elevada a una abstracción, entendiéndola como disposición de las partes del todo.
Por su parte Heráclito (quien supone la visión de un mundo en un flujo permanente) introduce la idea de que la armonía procede de movimientos contrapuestos que convergen - cita Heráclito que sería "como el arco y las cuerdas de la lira". Heráclito fue un pensador musical, frente a Parménides, que era estatuario, escultor: el ser de Parménides esta frio. En Heráclito todo fluye, todo esta en movimiento. Como la música, es puro movimiento. Con esta idea Heráclito introduce la armonía allí dónde introduce los movimientos.
Siguiendo estas ideas Gustavo Bueno refiere también a la tesis del fundador de la antropología cultural, Edward Burnett Tylor. Quien según observaciones que hizo entre tribus en África (entorno a 1870) llegó a la conclusión de que los instrumentos de arco provienen del arco y las flechas. Las guerreros que tiran el arco, al tocar el arco con otros objetos, producían sonidos, llegando al punto de fabricar arcos de combate simplemente para escuchar los sonidos que produjeran.
La armonía de los arcos musicales o de los instrumentos de cuerda procedería de los arcos de las flechas, y consecuentemente los instrumentos del arte (musicales) procederían de la guerra.
No puede decirse entonces que la armonía proceda de la música originariamente, pero si que es en la música cuando la armonía ha podido tener la única posibilidad de exponerse en serio. Sobre todo en términos matemáticos, como hicieron los pitagóricos.
3.
En 1938 Husserl ofreció en Viena, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, la famosa conferencia "La crisis de la conciencia europea y la filosofía trascendental".
En esta conferencia, estableció que Europa se caracterizaba por haber descubierto la ciencia y la tecnología en cuanto a derivación de la filosofía griega. Y que cuando estas raíces filosóficas se han secado o se están secando, Europa entra en crisis. Siendo necesario entonces revitalizar esas raíces para que la ciencia y la técnica europeas sean de nuevo hegemónicas.
[ Esta tesis sería la misma que expuso Ortega y Gasset en Berlín después de la guerra: Europa es la filosofía griega y la ciencia. ]
La ciencia no tiene sentido más que desde una filosofía, porque la filosofía es a su vez la ciencia primera rigurosa. Al margen de esta, la ciencia es simplemente una técnica mecánica sin sentido.
La música sería igualmente una ciencia mecánica carente de sentido. Todo músico o científico tiene que tener una filosofía más o menos ajustada, sino, no sabe lo que hace. O bien será un autómata, o bien expresará sentimientos extramusicales que no tendrán nada que ver con la música.
4.
La filosofía se reduce a las ciencias y todo lo que no es reductible a las ciencias no tiene interés alguno.
Esta es la tesis clásica del positivismo extremo del Círculo de Viena, que termina con la abolición de la filosofía. La palabra 'filosofía' se elimina, se reduce al análisis lógico del lenguaje (la tesis de Canap) o directamente se borra del vocabulario. Todo lo que se puede exponer se puede exponer por medio de la ciencia, y por consiguiente de la filosofía.
Según expresa Gustavo Bueno, la filosofía es música fracasada. La música no quiere decir nada (es a-semántica) y la filosofía tampoco. Todo es una combinación de palabras y lo que se dice no es nada más que una acumulación de palabras sin sentido.
Así es como termina el Tractatus de Wittgenstein: "Todo lo que dice este tratado no tiene sentido". Es música en el sentido de a-semántica, un conjunto de palabras que suenan más o menos bien pero que no dicen nada. A diferencia de la ciencia, que dice algo positivo y concreto.
Por otro lado, la idea de la relación de la involucración, entiende que la filosofía solo tiene posibilidad de mantener su racionalidad cuando esas ideas se relacionan a través de conceptos científicos y técnicos - los cuales a su vez se relacionan a través de las ideas.
En definitiva, las ideas filosóficas siempre están vinculadas a una o varias ciencias. Las crisis de la filosofía (las crisis históricas) tienen que ver con las crisis de las ciencias - como por ejemplo las de la geometría.
Siempre que ha habido una crisis en geometría, ha habido una crisis en filosofía. Las ideas filosóficas siempre tienen que contrastarse (que no probarse) y siempre tienen que realizarse a través de conceptos científicos y viceversa.
El curso completo ha sido recopilado por la Fundación Gustavo Bueno y transcrito por Pablo Huerga, pudiendo consultarse en el siguiente link:
http://fgbueno.es/med/fmus01a.htm
De la primera y segunda lección he recopilado los extractos incluidos a continuación.
Estos textos no sintetizan de ningún modo la riqueza total del curso y de las ideas ahí expresadas. Sólo los incluyo aquí a modo personal de recopilación de información.
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1.
¿Qué es la filosofía?
El primer peligro que existe al enfrentarse a la palabra 'filosofía' es el de descomponer la propia palabra: filos-sofos, que literalmente significa el amor a la sabiduría.
Esta expresión se suele entender dando por hecho que la sabiduría es cualquier tipo de sabiduría. Si la filosofía es amor a la sabiduría, cualquier tipo de sabiduría implica directamente una actitud filosófica.
El propio Aristóteles dice al comienzo de su Metafísica que todos tendemos por naturaleza al saber. Y si se tiende al saber es porque se ama al saber, con lo cual si todos los hombres tienden por naturaleza al saber, la filosofía es común a todos los hombres.
Herodoto describe también una anécdota en la que a Solón (uno de los siete sabios de Grecia), al visitar al rey Creso de Lidia, se le preguntó que a qué se dedica, a lo que Solón respondió: "yo soy filósofo".
Solón es ciertamente filósofo, pero no en el sentido platónico, sino en el sentido de ser curioso, de interesarse por todo. En esta anécdota la palabra filósofo no tiene un sentido dialectico. Ser filósofo o la filosofía se entienden como amor al saber en general: a cualquier saber procedente de un no saber, de una ignorancia absoluta o de una duda absoluta originaria.
Esto recuerda a la famosa paradoja (contradicción socrática) en la que cuando a Sócrates se le pregunta “¿Qué es lo que sabes tú realmente?" él responde "Yo sólo sé que no sé nada”. Lo cual es una contradicción, si dices que no sabes nada ya sabes algo. Esta contradicción se resuelve inmediatamente si se interpreta no como 'no sé que no se nada', sino que esa nada no se refiere a todo lo incluido en el saber, sino a un tipo de saberes.
Hay que distinguir entonces dos niveles del saber. El que se podría llamar saber de primer grado, que es aquel que parece que todos los hombres tienen deseo de saber. Y otro saber, ya no de primer grado, sino un saber reflexivo sobre otros saberes.
El saber de primer grado, 'un amor al saber', es irrelevante. Da igual si hay un amor o un odio en el saber; hay muchos saberes de primer grado que son odiosos - como el saber que un amigo nos ha traicionado. Aparte el saber no tiene por qué ser deseado, o puede que si que haya un deseo benigno o maligno de saber, pero eso no implica ser filósofo. El deseo o el amor están aquí fuera de lugar, no porque no existan, sino porque se dan todos a la vez.
Con esto se concluye que el concepto de filosofía (tal y como aquí se emplea) es un concepto muy tardío en Grecia. Probablemente se deba a una creación de Heráclides Póntico, un rico ateniense discípulo de Platón.
En aquel entonces, filosofía quería decir una forma de vida, el bios theoreticos, que se contraponía a otros saberes. La filosofía si que sería entonces un amor al saber, pero a uno de segundo grado, un saber crítico de los otros. Y este matiz dialéctico es aquel que se desfigura fácilmente si se da una definición puramente etimológica y medio psicológica del deseo de saber.
2.
Gustavo Bueno no presupone que la filosofía sea previa a la filosofía de la música. Podría ser que la filosofía de la música fuera previa a la filosofía en general, como se expone en el siguiente texto del Fedón de Platón. Según este, Sócrates, antes de tomar la cicuta y despedirse de sus discípulos, hizo la siguiente confesión:
"Con mucha frecuencia se me había repetido en sueños la misma visión que siempre decía lo mismo, oh Sócrates, trabaja en componer música. Yo hasta ahora entendía que me excitaban y animaban a hacer precisamente lo que venía haciendo porque tenía yo esa idea que la filosofía que era lo que yo me ocupaba era la música más excelsa".
[ Lo que aquí esta diciendo Sócrates (a través de Platón) es que la música es filosofía y la filosofía es música. Esto es una cuestión central de la ontología de la música, ya que supone triturar el dualismo: negar que haya posibilidad de distinguir un conocimiento sensible de uno intelectual.
Lo que llamamos pensar (el pensamiento) sería un pensamiento sin imágenes; un pensamiento que puede tener lugar en el alma pura, que piensa de un modo abstracto, incorpóreo y espiritual.
Este sería un entendimiento erróneo según Gustavo Bueno, ya que el que está pensado en forma abstracta está siempre agarrado de algún modo a cosas concretas (sino no podría pensar). Las ideas abstractas serían siempre desarrollo de conceptos concretos. ]
De cualquier modo, si efectivamente sucediera que la filosofía no es algo dado previamente y aplicado después a la música, la filosofía de la música podría ser el germen o gérmenes de la filosofía general. Podría ser que los pensamientos sobre la filosofía de la música y algunos pensamientos concretos (como pueda ser la armonía) fueran parte de las ideas originarias de la filosofía pitagórica y platónica.
La idea de armonía es una idea esencialmente musical, pero esto no quiere decir que la idea de armonía haya brotado de la música. Hay pruebas en contra de ello, como por ejemplo la conexión que parece existir entre la armonía y los términos actuales de arma, armamento o armadura. La armadura es un término que aparece en música: se llama armadura de las claves a la serie de sostenidos o alteraciones que se ponen al principio de las partituras. Esa armadura tiene que ver con la armonía, y esa armonía aparece ya en Homero y en Empédocles, dónde se la cita elevada a una abstracción, entendiéndola como disposición de las partes del todo.
Por su parte Heráclito (quien supone la visión de un mundo en un flujo permanente) introduce la idea de que la armonía procede de movimientos contrapuestos que convergen - cita Heráclito que sería "como el arco y las cuerdas de la lira". Heráclito fue un pensador musical, frente a Parménides, que era estatuario, escultor: el ser de Parménides esta frio. En Heráclito todo fluye, todo esta en movimiento. Como la música, es puro movimiento. Con esta idea Heráclito introduce la armonía allí dónde introduce los movimientos.
Siguiendo estas ideas Gustavo Bueno refiere también a la tesis del fundador de la antropología cultural, Edward Burnett Tylor. Quien según observaciones que hizo entre tribus en África (entorno a 1870) llegó a la conclusión de que los instrumentos de arco provienen del arco y las flechas. Las guerreros que tiran el arco, al tocar el arco con otros objetos, producían sonidos, llegando al punto de fabricar arcos de combate simplemente para escuchar los sonidos que produjeran.
La armonía de los arcos musicales o de los instrumentos de cuerda procedería de los arcos de las flechas, y consecuentemente los instrumentos del arte (musicales) procederían de la guerra.
No puede decirse entonces que la armonía proceda de la música originariamente, pero si que es en la música cuando la armonía ha podido tener la única posibilidad de exponerse en serio. Sobre todo en términos matemáticos, como hicieron los pitagóricos.
3.
En 1938 Husserl ofreció en Viena, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, la famosa conferencia "La crisis de la conciencia europea y la filosofía trascendental".
En esta conferencia, estableció que Europa se caracterizaba por haber descubierto la ciencia y la tecnología en cuanto a derivación de la filosofía griega. Y que cuando estas raíces filosóficas se han secado o se están secando, Europa entra en crisis. Siendo necesario entonces revitalizar esas raíces para que la ciencia y la técnica europeas sean de nuevo hegemónicas.
[ Esta tesis sería la misma que expuso Ortega y Gasset en Berlín después de la guerra: Europa es la filosofía griega y la ciencia. ]
La ciencia no tiene sentido más que desde una filosofía, porque la filosofía es a su vez la ciencia primera rigurosa. Al margen de esta, la ciencia es simplemente una técnica mecánica sin sentido.
La música sería igualmente una ciencia mecánica carente de sentido. Todo músico o científico tiene que tener una filosofía más o menos ajustada, sino, no sabe lo que hace. O bien será un autómata, o bien expresará sentimientos extramusicales que no tendrán nada que ver con la música.
4.
La filosofía se reduce a las ciencias y todo lo que no es reductible a las ciencias no tiene interés alguno.
Esta es la tesis clásica del positivismo extremo del Círculo de Viena, que termina con la abolición de la filosofía. La palabra 'filosofía' se elimina, se reduce al análisis lógico del lenguaje (la tesis de Canap) o directamente se borra del vocabulario. Todo lo que se puede exponer se puede exponer por medio de la ciencia, y por consiguiente de la filosofía.
Según expresa Gustavo Bueno, la filosofía es música fracasada. La música no quiere decir nada (es a-semántica) y la filosofía tampoco. Todo es una combinación de palabras y lo que se dice no es nada más que una acumulación de palabras sin sentido.
Así es como termina el Tractatus de Wittgenstein: "Todo lo que dice este tratado no tiene sentido". Es música en el sentido de a-semántica, un conjunto de palabras que suenan más o menos bien pero que no dicen nada. A diferencia de la ciencia, que dice algo positivo y concreto.
Por otro lado, la idea de la relación de la involucración, entiende que la filosofía solo tiene posibilidad de mantener su racionalidad cuando esas ideas se relacionan a través de conceptos científicos y técnicos - los cuales a su vez se relacionan a través de las ideas.
En definitiva, las ideas filosóficas siempre están vinculadas a una o varias ciencias. Las crisis de la filosofía (las crisis históricas) tienen que ver con las crisis de las ciencias - como por ejemplo las de la geometría.
Siempre que ha habido una crisis en geometría, ha habido una crisis en filosofía. Las ideas filosóficas siempre tienen que contrastarse (que no probarse) y siempre tienen que realizarse a través de conceptos científicos y viceversa.
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