Tales de Mileto
Tales de Mileto es considerado como el primero filósofo conocido. Tradicionalmente ha sido incluido entre los siete sabios de Grecia y desarrolló su actividad entre finales del s.VII y comienzos del s.VI a.C.
No se ha conservado demasiada información sobre su obra y mucha de la disponemos es legendaria. Si se ha de creer lo que de él dicen las fuentes, fue un hombre polifacético, dedicado a la política, la astronomía y la ingeniería. Pero sobre todo fue el primero que intentó explicar ciertos fenómenos naturales de manera racional, abandonando narraciones mitológicas.
Al igual que ocurre con la obra de muchos filósofos antiguos, de cara a estudiar la filosofía de Tales es necesario también valorar las fuentes que nos han legado dicha información.
Los testimonios más antiguos se hallan en escritos de Platón, Aristóteles, Heródoto y Teofastro, aunque estos autores ya conocían su obra de segunda mano; ninguno de ellos pudo consultar ninguna obra escrita suya y todos escribieron sobre él unos 200 años después de su muerte.
La mayoría de las fuentes posteriores, a partir del año 320 a.C, son mucho más tardías. Proclo o Simplicio escribieron sobre Tales casi mil años después de su muerte y parece improbable atribuirle mucho de lo que se dice de él. Con el paso del tiempo Tales se convirtió en una suerte de figura mítica, el prototipo de un 'sabio', y es posible que muchos descubrimientos antiguos terminaran suponiéndose suyos por este motivo.
A nivel biográfico la información que se conserva es bastante incierta. Heródoto dice que su familia era de origen fenicio, aunque lo más probable en que naciera en Mileto. Aecio refiere que realizó un viaje a Egipto (también se dice de él que viajó a Mesopotamia) durante el cual habría entrado en contacto con los matemáticos de ahí, para después importar la geometría a Grecia. Heródoto le atribuye la predicción de un eclipse de Sol durante una batalla entre Medos y Lidios en el año 585 a.C (según cálculos modernos). Ya que Apolodoro afirmó que este hecho había ocurrido en la época en la que Tales se hallaba en su acmé, el punto álgido de su carrera, entre este y otros testimonios se puede acotar que Tales nació a fines del s.VII y desarrollado su actividad en la primera mitad del s.VI.
[ Aún así la atribución de la predicción de este eclipse a Tales es bastante endeble, dado que para ello hubiera necesitado acumular observaciones bien orientadas durante cerca de medio siglo. Ya que no hay constancia de que en Mileto o en Grecia se hiciera tal cosa, tal vez tomase de Mesopotamia esa información, pues astrólogos asirios habían ensayando este tipo de predicciones desde hacia un par de siglos. Aún así, ni los babilonios ni los egipcios con los que Tales habría estado en contacto contaban con los datos necesarios para predecir un eclipse con tal exactitud temporal y geográfica. ]
Heródoto lo presenta también como estadista e ingeniero; según este sus conocimientos le habrían permitido desviar el curso del río Halis para disminuir su caudal y hacerlo vadeable para el ejercito de Craso. Aunque Heródoto duda la veracidad de la anécdota, Tales se convirtió en el paradigma de hombre ingenioso - e incluso en una de las comedias de Aristófanes se le refiere como tal. Testimonios de Platón y Aristóteles le presentan como conocedor de los astros y se le atribuyen con frecuencia aportes en los campos de la astronomía. Más allá del episodio del eclipse, Eudemo refiere que predijo solsticios y que observo que su ciclo no era siempre igual. Calíaco sostiene que habría medido la constelación de la Osa Menos, facilitando de este modo la navegación marítima.
También se le atribuyen varios teoremas matemáticos. Según comentarios del s.II d.C se dice que sabia como medir la distancia de un barco a la costa o la altura de las pirámides egipcias, usando el que luego sería conocido como teorema de Tales.
[ Según este teorema, triángulos semejantes (de ángulos iguales) tienen los lados correspondientes proporcionales. Así, la longitud de las sombras de los objetos iluminados por el Sol a la misma hora mantienen la misma razón que sus alturas. Con lo cual bastaría medir la sombra de una pirámide y un bastón de longitud conocida para calcular la altura de la pirámide. ]
Proclo también le atribuye algunas proposiciones elementales, cómo que el diámetro divide en dos al círculo; que los ángulos de la base de un isósceles son iguales; que son iguales los ángulos opuestos formados por dos rectas que se cortan; que dada la base de un triangulo y sus dos ángulos, queda determinado el resto y que el ángulo inscrito en una semicircunferencia es recto.
Aunque estas tal vez sean atribuciones ilegítimas, parece cierto que Tales tuvo fama entre sus contemporáneos de haber realizado varias mediciones exitosas.
Se desconoce si Tales escribió o no algún libro y los propios comentaristas albergan opiniones contradictorias en este sentido.
Aún así la mayoría de textos filosóficos de Tales se hayan en las fuentes más antiguas (y por tanto más seguras) lo cual permite atribuir cierto grado de certeza a la información que se ha recibido de Tales como filósofo. En los fragmentos que se han conservado de su filosofía solo se tratan dos temas de difícil conciliación: el agua como primer principio material de las cosas y la idea de que los seres inanimados poseen alma.
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El agua como primer principio material
Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua (por lo que manifestó que también la tierra está sobre el agua), tomando, tal vez, dicha suposición de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste (el principio de todas las cosas es aquello de donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.
Aristóteles, Metafísica
A lo largo de las obras de Aristóteles se hacen varias menciones a las ideas de Tales. El contexto de estas citas suele ser el de status quaestionis, procedimiento en debates filosóficos según el cual Aristóteles examinaba las teorías de sus predecesores antes de exponer las suyas. Teniendo esto en cuenta es necesario cuestionarse entonces cuan fielmente reproducen estos fragmentos el pensamiento original de Tales.
En opinión de Aristóteles, lo que caracteriza a los primeros filósofos (los Presocráticos) es la búsqueda de una explicación última del mundo: su primer principio o arjé. Una naturaleza o physis, entendida como realidad primera y fundamental, capaz de dar una explicación acerca del origen, la estabilidad y el destino del mundo. Según Aristóteles, para Tales la physis sería un principio de tipo material que recibe el nombre de 'agua'.
Aristóteles supone que Tales llegó a esta conclusión a partir «de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste» y «del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas».
Esto no significa que necesariamente Tales se refiriese al agua-primer-principio como aquella de la que tenemos experiencia cotidiana; el agua que podemos ver, tocar y sentir no sería más que otra manifestación del arjé. Tampoco sabemos que explicación daba Tales de por qué es el 'agua' el principio de la naturaleza, ni cómo a partir de ella se generan y corrompen los seres.
Aristóteles sugiere que es probable que Tales usara el término 'agua' influido por la tradición mitológica griega. El origen del cosmos en el océano es un mito babilónico, egipcio y homérico; aún así lo novedoso del planteamiento de Tales es el sacar esa idea del contexto mítico y religioso para convertirla en una tesis naturalista e impersonal.
Para entender mejor la reflexión de Tales es necesario descubrir la pregunta a la que pretende responder. La teoría del 'agua' como principio es en verdad el primer intento de solucionar el clásico problema de la filosofía griega de lo uno y lo múltiple: el dar una razón última de la estabilidad del mundo contra el cambio. Tales sostiene la existencia de un principio de unidad (el 'agua') para justificar la pluralidad de las cosas que nos rodean.
Se entiende también que Tales no esta interesado en conocer una cosa concreta, sino lo que las cosas son, encontrar su explicación última. Pregunta por la verdad de las cosas, cuál es su esencia. Lo que aquí acontece es la pregunta filosófica por excelencia, la pregunta por el ser.
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Los seres inanimados poseen un alma; el mundo está lleno de dioses
Parece que también Tales, a juzgar por lo que cuentan, supuso que el alma era algo cinético, si es que afirmó que la piedra (magnética) posee alma porque mueve el hierro.
[ … ]
Y algunos afirman que (el alma) está mezclada en el todo (universo), por lo que tal vez Tales creyó también que todas las cosas están llenas de dioses.
Aristóteles, De anima
Sobre la doctrina de Tales acerca del alma y la divinidad apenas se cuenta con unos pocos testimonios. Aristóteles menciona que Tales habría entendido el alma como una fuerza motriz o cinética, con lo cual esta habría sido algún tipo de motor. Tales habría afirmado que la piedra magnética (Diógenes Laercio añade también el ámbar, ya que por frotación este se vuelve magnético) tiene alma porque atrae al hierro, concluyendo así que el alma es un principio de movimiento.
Según Hipias y Aristóteles, Tales habría ampliado la conclusión de la piedra magnética al resto de seres inanimados, hecho que justificaría la aserción de que 'todas las cosas están llenas de dioses': una suerte de alma del mundo, entendiendo que Tales compartía la idea de que 'el alma esta mezclada con el todo'. Los seres aparentemente inanimados poseerían así algún tipo de alma y el mundo en su conjunto (con su poder de cambio y movimiento), tendría algo de divino y sería producto de alguna alma inmortal.
De cualquier manera esta es la impresión de Aristóteles de las ideas de Tales, y no se puede comprobar que Tales pensara realmente de tal modo.
Entorno a este tema surge la duda de si es posible que la afirmación de que 'el mundo esta lleno de dioses' sea conciliable con la de que el 'agua' es el principio material del mundo. Autores y especialistas han propuesto, entre otras ideas, identificar el 'agua' con la divinidad, o por el contrario convertir a dios en 'agua'. Aunque estas teorías nos llevaran a conclusiones razonables, al no conservarse ningún testimonio que permita corroborar una o la otra, no se puede tener la certeza de que Tales hiciera tal asociación - y como hace notar Étienne Gilson, Aristóteles tampoco la hizo.
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Con todo, este proceso de racionalización del asombro producido los fenómenos naturales permite considerar a Tales realmente como el primer filósofo - o al menos el primero del que se han conservado testimonios. El conocimiento de la naturaleza ya no se percibe como una revelación divina que hay que acatar y repetir, sino como una opinión que hay que discutir y justificar. Gracias a Tales este modo de pensamiento se convirtió en una nueva manera de enfrentarse el mundo, estableciendo así el comienzo de la historia de la filosofía.
Textos extraídos de:
Pedro Cervio, Tales de Mileto, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL: http://www.philosophica.info/archivo/2012/voces/tales/Tales.html
Carlos Solís y Manuel Sellés, (2018). La primitiva ciencia de los griegos (de Tales a Platón), en Historia de la Ciencia. Barcelona, España: Espasa Libros.
No se ha conservado demasiada información sobre su obra y mucha de la disponemos es legendaria. Si se ha de creer lo que de él dicen las fuentes, fue un hombre polifacético, dedicado a la política, la astronomía y la ingeniería. Pero sobre todo fue el primero que intentó explicar ciertos fenómenos naturales de manera racional, abandonando narraciones mitológicas.
Al igual que ocurre con la obra de muchos filósofos antiguos, de cara a estudiar la filosofía de Tales es necesario también valorar las fuentes que nos han legado dicha información.
Los testimonios más antiguos se hallan en escritos de Platón, Aristóteles, Heródoto y Teofastro, aunque estos autores ya conocían su obra de segunda mano; ninguno de ellos pudo consultar ninguna obra escrita suya y todos escribieron sobre él unos 200 años después de su muerte.
La mayoría de las fuentes posteriores, a partir del año 320 a.C, son mucho más tardías. Proclo o Simplicio escribieron sobre Tales casi mil años después de su muerte y parece improbable atribuirle mucho de lo que se dice de él. Con el paso del tiempo Tales se convirtió en una suerte de figura mítica, el prototipo de un 'sabio', y es posible que muchos descubrimientos antiguos terminaran suponiéndose suyos por este motivo.
A nivel biográfico la información que se conserva es bastante incierta. Heródoto dice que su familia era de origen fenicio, aunque lo más probable en que naciera en Mileto. Aecio refiere que realizó un viaje a Egipto (también se dice de él que viajó a Mesopotamia) durante el cual habría entrado en contacto con los matemáticos de ahí, para después importar la geometría a Grecia. Heródoto le atribuye la predicción de un eclipse de Sol durante una batalla entre Medos y Lidios en el año 585 a.C (según cálculos modernos). Ya que Apolodoro afirmó que este hecho había ocurrido en la época en la que Tales se hallaba en su acmé, el punto álgido de su carrera, entre este y otros testimonios se puede acotar que Tales nació a fines del s.VII y desarrollado su actividad en la primera mitad del s.VI.
[ Aún así la atribución de la predicción de este eclipse a Tales es bastante endeble, dado que para ello hubiera necesitado acumular observaciones bien orientadas durante cerca de medio siglo. Ya que no hay constancia de que en Mileto o en Grecia se hiciera tal cosa, tal vez tomase de Mesopotamia esa información, pues astrólogos asirios habían ensayando este tipo de predicciones desde hacia un par de siglos. Aún así, ni los babilonios ni los egipcios con los que Tales habría estado en contacto contaban con los datos necesarios para predecir un eclipse con tal exactitud temporal y geográfica. ]
Heródoto lo presenta también como estadista e ingeniero; según este sus conocimientos le habrían permitido desviar el curso del río Halis para disminuir su caudal y hacerlo vadeable para el ejercito de Craso. Aunque Heródoto duda la veracidad de la anécdota, Tales se convirtió en el paradigma de hombre ingenioso - e incluso en una de las comedias de Aristófanes se le refiere como tal. Testimonios de Platón y Aristóteles le presentan como conocedor de los astros y se le atribuyen con frecuencia aportes en los campos de la astronomía. Más allá del episodio del eclipse, Eudemo refiere que predijo solsticios y que observo que su ciclo no era siempre igual. Calíaco sostiene que habría medido la constelación de la Osa Menos, facilitando de este modo la navegación marítima.
También se le atribuyen varios teoremas matemáticos. Según comentarios del s.II d.C se dice que sabia como medir la distancia de un barco a la costa o la altura de las pirámides egipcias, usando el que luego sería conocido como teorema de Tales.
[ Según este teorema, triángulos semejantes (de ángulos iguales) tienen los lados correspondientes proporcionales. Así, la longitud de las sombras de los objetos iluminados por el Sol a la misma hora mantienen la misma razón que sus alturas. Con lo cual bastaría medir la sombra de una pirámide y un bastón de longitud conocida para calcular la altura de la pirámide. ]
Proclo también le atribuye algunas proposiciones elementales, cómo que el diámetro divide en dos al círculo; que los ángulos de la base de un isósceles son iguales; que son iguales los ángulos opuestos formados por dos rectas que se cortan; que dada la base de un triangulo y sus dos ángulos, queda determinado el resto y que el ángulo inscrito en una semicircunferencia es recto.
Aunque estas tal vez sean atribuciones ilegítimas, parece cierto que Tales tuvo fama entre sus contemporáneos de haber realizado varias mediciones exitosas.
Se desconoce si Tales escribió o no algún libro y los propios comentaristas albergan opiniones contradictorias en este sentido.
Aún así la mayoría de textos filosóficos de Tales se hayan en las fuentes más antiguas (y por tanto más seguras) lo cual permite atribuir cierto grado de certeza a la información que se ha recibido de Tales como filósofo. En los fragmentos que se han conservado de su filosofía solo se tratan dos temas de difícil conciliación: el agua como primer principio material de las cosas y la idea de que los seres inanimados poseen alma.
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| Tales de Mileto, ilustración de Ernst Wallis, 1877 |
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El agua como primer principio material
Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua (por lo que manifestó que también la tierra está sobre el agua), tomando, tal vez, dicha suposición de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste (el principio de todas las cosas es aquello de donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.
Aristóteles, Metafísica
A lo largo de las obras de Aristóteles se hacen varias menciones a las ideas de Tales. El contexto de estas citas suele ser el de status quaestionis, procedimiento en debates filosóficos según el cual Aristóteles examinaba las teorías de sus predecesores antes de exponer las suyas. Teniendo esto en cuenta es necesario cuestionarse entonces cuan fielmente reproducen estos fragmentos el pensamiento original de Tales.
En opinión de Aristóteles, lo que caracteriza a los primeros filósofos (los Presocráticos) es la búsqueda de una explicación última del mundo: su primer principio o arjé. Una naturaleza o physis, entendida como realidad primera y fundamental, capaz de dar una explicación acerca del origen, la estabilidad y el destino del mundo. Según Aristóteles, para Tales la physis sería un principio de tipo material que recibe el nombre de 'agua'.
Aristóteles supone que Tales llegó a esta conclusión a partir «de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste» y «del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas».
Esto no significa que necesariamente Tales se refiriese al agua-primer-principio como aquella de la que tenemos experiencia cotidiana; el agua que podemos ver, tocar y sentir no sería más que otra manifestación del arjé. Tampoco sabemos que explicación daba Tales de por qué es el 'agua' el principio de la naturaleza, ni cómo a partir de ella se generan y corrompen los seres.
Aristóteles sugiere que es probable que Tales usara el término 'agua' influido por la tradición mitológica griega. El origen del cosmos en el océano es un mito babilónico, egipcio y homérico; aún así lo novedoso del planteamiento de Tales es el sacar esa idea del contexto mítico y religioso para convertirla en una tesis naturalista e impersonal.
Para entender mejor la reflexión de Tales es necesario descubrir la pregunta a la que pretende responder. La teoría del 'agua' como principio es en verdad el primer intento de solucionar el clásico problema de la filosofía griega de lo uno y lo múltiple: el dar una razón última de la estabilidad del mundo contra el cambio. Tales sostiene la existencia de un principio de unidad (el 'agua') para justificar la pluralidad de las cosas que nos rodean.
Se entiende también que Tales no esta interesado en conocer una cosa concreta, sino lo que las cosas son, encontrar su explicación última. Pregunta por la verdad de las cosas, cuál es su esencia. Lo que aquí acontece es la pregunta filosófica por excelencia, la pregunta por el ser.
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Los seres inanimados poseen un alma; el mundo está lleno de dioses
Parece que también Tales, a juzgar por lo que cuentan, supuso que el alma era algo cinético, si es que afirmó que la piedra (magnética) posee alma porque mueve el hierro.
[ … ]
Y algunos afirman que (el alma) está mezclada en el todo (universo), por lo que tal vez Tales creyó también que todas las cosas están llenas de dioses.
Aristóteles, De anima
Sobre la doctrina de Tales acerca del alma y la divinidad apenas se cuenta con unos pocos testimonios. Aristóteles menciona que Tales habría entendido el alma como una fuerza motriz o cinética, con lo cual esta habría sido algún tipo de motor. Tales habría afirmado que la piedra magnética (Diógenes Laercio añade también el ámbar, ya que por frotación este se vuelve magnético) tiene alma porque atrae al hierro, concluyendo así que el alma es un principio de movimiento.
Según Hipias y Aristóteles, Tales habría ampliado la conclusión de la piedra magnética al resto de seres inanimados, hecho que justificaría la aserción de que 'todas las cosas están llenas de dioses': una suerte de alma del mundo, entendiendo que Tales compartía la idea de que 'el alma esta mezclada con el todo'. Los seres aparentemente inanimados poseerían así algún tipo de alma y el mundo en su conjunto (con su poder de cambio y movimiento), tendría algo de divino y sería producto de alguna alma inmortal.
De cualquier manera esta es la impresión de Aristóteles de las ideas de Tales, y no se puede comprobar que Tales pensara realmente de tal modo.
Entorno a este tema surge la duda de si es posible que la afirmación de que 'el mundo esta lleno de dioses' sea conciliable con la de que el 'agua' es el principio material del mundo. Autores y especialistas han propuesto, entre otras ideas, identificar el 'agua' con la divinidad, o por el contrario convertir a dios en 'agua'. Aunque estas teorías nos llevaran a conclusiones razonables, al no conservarse ningún testimonio que permita corroborar una o la otra, no se puede tener la certeza de que Tales hiciera tal asociación - y como hace notar Étienne Gilson, Aristóteles tampoco la hizo.
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Con todo, este proceso de racionalización del asombro producido los fenómenos naturales permite considerar a Tales realmente como el primer filósofo - o al menos el primero del que se han conservado testimonios. El conocimiento de la naturaleza ya no se percibe como una revelación divina que hay que acatar y repetir, sino como una opinión que hay que discutir y justificar. Gracias a Tales este modo de pensamiento se convirtió en una nueva manera de enfrentarse el mundo, estableciendo así el comienzo de la historia de la filosofía.
Textos extraídos de:
Pedro Cervio, Tales de Mileto, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL: http://www.philosophica.info/archivo/2012/voces/tales/Tales.html
Carlos Solís y Manuel Sellés, (2018). La primitiva ciencia de los griegos (de Tales a Platón), en Historia de la Ciencia. Barcelona, España: Espasa Libros.
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