Sobre la alétheia griega

Cuando Grecia nos habla de la verdad no dice veritas sino alétheia.

La palabra alétheia esta constituida por un alfa privativa que significa no, la cual (se coloque donde se coloque) actúa como nuestro -des: des-obedecer, des-acostrumbrar etc.

En el término no-lethe, lethe significaría (al igual que en el río Leteo) muerte, oscuridad, velamiento, silencio. De manera que alétheia sería entonces des-velamiento, des-cubrimiento, des-muerte: no como la aparición de aquello que entra en la luz, sino lo que se desvela.

Si nos acostumbramos a pensar en sincrónico, no queda la alethe detrás, antes y después de lo que sale de ella - de la oscuridad, del silencio, de la muerte, del ocultamiento, del velamiento. Sino que a la vez muestra el ocultamiento y lo que des-oculta. Y a esto es a lo que llama Grecia verdad.

No podemos por lo tanto introducirnos en la episteme de la alétheia (de la ciencia de la verdad: en la ontología griega, en la filosofía griega) creyendo que cuando decimos verdad decimos "adecuación entre el contenido del concepto y la cosa". Sino que lo que estamos diciendo realmente es des-velándose, des-silenciándose; mientras mantenemos igualmente ahí también el silencio y lo velado, la noche, la muerte y la oscuridad.



Este es un pequeño extracto de una de las sesiones de Teresa Oñate de su Primera Serie de Didaskalía, impartida a sus alumnos de Filosofía de la UNED en 2001, y que se puede encontrar en el CD-ROM del libro El nacimiento de la filosofía en Grecia. Viaje al inicio de occidente.

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