Anotación sobre el nacimiento de la filosofía según Giorgio Colli

En su libro 'El nacimiento de la filosofía' Giorgio Colli se remonta a los orígenes del pensamiento occidental centrándose en el análisis del periodo culminante de Grecia: los siglos VII, VI y V a.C.

En el primero de los ensayos presentados en esta obra, titulado 'La locura es la fuente de la sabiduría', realiza un breve acote sobre cual fue el nacimiento de la filosofía y como esta se originó mediante la sapienza griega precedente.

Comparto a continuación un resumen de estos primeros párrafos del ensayo, los cuales me gustaría poner en relación con una entrada anterior de este blog, especialmente con el apartado ¿Qué es la filosofía?

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Según la tradición el pensamiento occidental y la filosofía nacieron con Tales y Anaximandro, pero su origen puede hallarse en una época mucho más próxima a nosotros. Platón llama filosofía al amor a la sabiduría, a la investigación y la actividad educativa, vinculada con una expresión escrita - con la forma literaria del diálogo.

El filósofo contempla con veneración el pasado; aquel mundo en el que verdaderamente habían existido los sabios.

La filosofía posterior, la nuestra, no sería sino una continuación y un desarrollo de la forma literaria introducida por Platón; la cual sin embargo surgió ya como un fenómeno de decadencia, pues el amor a la sabiduría es inferior a la sabiduría en si.

Amor a la sabiduría no significaba para Platón una aspiración hacia algo nunca alcanzado, sino la recuperación de lo que ya se había realizado y vivido.

No hubo un desarrollo continuo u homogéneo entre sabiduría y filosofía. Esta última surgiría como una reforma expresiva, fue la intervención de una nueva forma literaria. La tradición anterior (principalmente oral) era ya lejana en tiempos de Platón y resultó así también falsificada para nosotros por la inserción de la literatura filosófica.

La extensión temporal de la era de la sabiduría es bastante incierta: incluye desde la llamada época presocrática (siglos V y VI a.C), pero su origen se nos escapa. Se puede recurrir a la tradición más remota de la poesía y la religión griegas, pero su interpretación habrá de ser a la fuerza filosófica.

Por ello será necesario configurar, aunque sea hipotéticamente, una interpretación del tipo a la sugerida por Nietzsche para explicar el origen de la tragedia.

Cuando un gran fenómeno ofrece suficiente documentación histórica solo en su parte final, no queda otra solución que intentar una interpolación, respecto de su conjunto, de las imágenes y conceptos entresacados de la tradición religiosa y entendidos como símbolos.